Está aquí...
Sí, me está deslumbrando. La vida pasa como un tren a lo largo y ancho de un país. Pasas por túneles, oscuros, aparentemente interminables, y de repente, y sin darte cuenta, la luz cubre magistralmente todo lo que te rodea, como un manto que sube la temperatura, y refresca tu mente.
Los ojos tardan en acostumbrarse a esa cantidad de rayos solares, pero una vez se han contraído las pupilas, y tu cerebro reacciona, lo ves.
Ves que tu vida, eso que va pasando mientras, día a día haces planes para el día siguiente, o para tus próximas vacaciones, ha avanzado un paso. O varios. Al que llamabas tu hogar, ya no es tal, ahora tu hogar está dónde quiera que permanezcas con la persona a la que te unes emocionalmente. Lo que veías como una vida de estudiante, ya no lo es. Estudias, pero no para aprobar un examen. Lo que considerabas tu entorno, ha cambiado, pues los lugares, la gente, las tiendas, todos, absolutamente todos, cambian.
Y cuando te quieres dar cuenta, eres feliz. Hay una persona especial, que cada día se acerca más a tí, que a cada momento está pendiente de tu bienestar y de tu seguridad, que cada segundo que pasa piensa en tí, y te lo refleja con una sola mirada. Cuando te quieres dar cuenta, tienes un trabajo, en el que aspiras a ganar cada vez más, solo para ofrecer a esa persona una vida de ensueño, o por lo menos, una buena vida, a tu lado, te encuentras ilusionado por la compra de tu primera casa, piensas en el futuro.
En el futuro en el que volverás a pasar con ese tren por interminables túneles, pero en la oscuridad, habrá una voz que susurrando te tranquilice, y te haga reír, y cuando vuelva a cubrirte la luz, mirarás a tu alrededor, mirarás de frente, y volverás a ver que tu vida a dado un gran paso.
Solo puedo dar las gracias por estos sentimientos, por esta visión del presente, del pasado y del futuro. Gracias, mi gacela...sigue corriendo...sigue saltando. Yo te seguiré.
(,,,)
Celebración Del Centenario de ASDE
Hace 12 años
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