viernes, 25 de mayo de 2012

43 horas después

El miedo se ha pasado.

Ahora están los nervios, los sudores, los momentos de euforia, las respiraciones hondas...




Parece que ayer, las primeras horas, era todo impulsivo. Ahora, en este momento, me encuentro planificando cómo va a ser mi próxima incursión al estanco. De momento lo voy evadiendo diciendo que no, que soy un exfumador...me cuesta incluso decírme eso, porque me veo fumando de aquí a unas horas todavía. Por eso aún planifico mis pasos por el estanco, o por el quiosco, o por el opencor, a por tabaco.

Me lo lío, me lo enciendo, y me lo fumo, y aún me sigo diciendo que ese sería el último. Pero realmente sé que si lo hiciera, no sería el último, sino el primero de muchos otra vez. El último fue hace 43 horas, ahora soy un exfumador.

Siendo la boca con sabor a mierda. Toso como una bestia, echo flemas como una llama, marrones, blancas, negras, de todos los colores y sabores.

Todo el día mascando chicle de menta para no tener ese asqueroso sabor en la boca. Parece que mis células se están regenerando, entran nuevas, y van desechando las viejas.

El cuerpo humano es una máquina increíble. Cómo al cambiar un hábito que le hace daño, le hace irse recuperando poco a poco.

Lo estoy pasando mal. Muy mal. Si mi compañero de curro, el que fuma, estuviera aquí, ya hubiera caído de nuevo...



Seguimos...ahora mismo soy como Eva, y tengo al diablo dentro ofreciéndome la manzana. Una y otra y otra vez. De momento todas han sido respondidas con un NO rotundo y grande. Esperemos que siga teniendo fuerza para decir que no...


No hay comentarios: